Un viaje por el mundo de las fragancias de Etnia.

¡Buenas tardes bellezas!

Para mi un perfume, es algo personal. Siempre busco un aroma que me defina y con el que me identifique, bien sea porque me evoca algún recuerdo o una sensación.  Cuando entro en alguna tienda tipo Sephora, Druny o Bodybell, por poner un ejemplo, termino con una sensación de frustración tremenda, porque empiezo a oler perfumes, que no me gustan y como no veo ninguna característica de ellos, termino saturada de olores similares. He de decir, que soy bastante rara para los perfumes, los que han sido bombazos comerciales no me han gustado su aroma.

Por esta razón, hace ya algún tiempo, que no suelo usar los famosos y he optado por otros, menos conocidos y que me han sorprendido mucho para bien. Desde hace un año, descubrí los perfumes de Etnia. Todos tienen el nombre de un barrio de una ciudad del mundo. El que uso, en concreto es Le Marais, de París. Tiene una muy buena duración y su aroma me gusta mucho. Pero no había olido el resto.

Esta semana, pude participar en una novedosa actividad de Etnia, el Parfum tour. ¡¡¡Una experiencia increíble!!! En Zaragoza, de la mano de Bea, descubrimos el proceso de creación de los perfumes y como es el proceso. Con la anécdota sorprendente que los extractos puros no tienen un aroma tan agradable o bien como una determinada esencia añadida, hace que nos llame la atención totalmente.

Nos explicaron la famosa pirámide olfativa, con las notas de salida que son el primer golpe que recibimos del perfume, pero de menor duración, las notas corazón que son las que marcan la familia olfativa a la que pertenece el perfume (maderas, cítricas, orientales, florales...) y por último la nota de fondo, que son los aromas más duraderos del perfume. Esos que permanecen en la ropa al día siguiente.

Como si fuera un viaje en avión, tras conocer como va a ser la ruta, no vimos inmersas en un viaje olfativo por las cinco familias olfativas de los perfumes de Etnia: citrus, fougère, floral, woody y oriental, descubriendo distintos aromas y sus matices, con calma, sin prisas. Sintiendo todas las sensaciones que nos iban transmitiendo, descubriendo aromas que en mi caso, me han conquistado.

A parte de la que ya conocía, Le Marais, la consecuencia de este viaje ha sido apuntar a mi lista de deseos la fragancia Williamsburg de New York y la siguiente escala en Serdar-I Ekrem de Istambul.